viernes, 6 de mayo de 2016

¿Cómo consigo que no se desvele a media noche?

Cada niño es un mundo, eso está clarísimo. Pero aparte del colecho, tengo algunos trucos para que Alejandro duerma casi toda la noche del tirón. Y para mí, del tirón significa que se despierte dos o tres veces a lo largo de la noche, mame y se vuelva a dormir. O incluso que mame medio dormido.

1. No dejarlo llorar. Nunca, pero de noche, menos aún. En cuanto me doy cuenta de que se está despertando, lo paso a la cama y le ofrezco el pecho. Es verdad que muchas veces hace ruidos y lo cojo y está tan dormido que ni mama ni nada, pero prefiero eso a dejarlo que se despierte y abra los ojos de par en par y se ponga a mirar el armario, o el cabecero, o la lámpara, (cosa que le encanta, aunque casi no se vea nada en la oscuridad) y luego me cueste un mundo que se vuelva a dormir.

2. No incorporarlo. Cuando se despierta lo paso de la cuna a la cama intentando moverlo lo menos posible. Eso es fácil gracias a la cuna de colecho, por supuesto. La primeras noches, ay, tenía un sillón en la habitación y me levantaba con él a darle el pecho. El niño mamaba, sí, pero a mí me costaba la misma vida mantenerme despierta y él se espabilaba y había que volverlo a dormir. Así que las tomas duraban una hora y media, aproximadamente.

3. No encender la luz. El móvil es mi aliado en estos casos, aunque las primeras noches dejaba encendida la luz del pasillo, me di cuenta de que no era necesario. Así puedo ver si coge bien el pecho sin que abra los ojos siquiera.

4. No cambiar el pañal a no ser que sea absolutamente necesario. Lógicamente, si se hace caca hay que cambiarlo, pero si no, procura no menearlo para que no se espabile. Yo lo que hago es cambiarlo antes de acostarme, sobre las doce o doce y media y aprovecho para ofrecerle el pecho, suele mamar tranquilo y casi dormido y de ahí, a la cuna. Le pongo un pañal de una talla más para que aguante toda la noche sin mojarse. Y en la primera toma de la mañana lo vuelvo a cambiar. Eso suele ser entre las siete y las ocho.

5. Darle el pecho tumbada. Desde los primeros días lo acostumbré a mamar tumbado a mi lado. Eso nos proporciona descanso a ambos. Aunque tenga que estar despierta porque aún no es capaz de coger bien el pecho solo cuando estamos tumbados y lo suelta a veces, el hecho de no tener que incorporarme y cogerlo en brazos hace que él esté casi dormido mientras mama.

Por supuesto, tengo que decir que, de momento, es un niño bastante dormilón. Pero quiero pensar que aparte de eso, el colecho ayuda a que las noches sean tranquilas. No me quiero imaginar cómo sería que se despertara y tener que levantarme a cogerlo de la cuna cada vez que lo hiciera. Con el consiguiente meneo y cabreo por mi parte, que también soy muy dormilona. Supongo que si yo estoy tranquila eso es lo que le transmito a él.

¿Y vosotras? ¿Algún truco que queráis compartir?

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